Biografía Benjamín Gutiérrez

Compositor Costarricense

Benjamín Gutiérrez nació en San José, Costa Rica, el 3 de enero de 1937. A muy temprana edad inició sus estudios musicales con su abuela materna, hija del connotado chelista costarricense Pilar Jiménez. En 1953 ingresó al Conservatorio de Música de la Universidad de Costa Rica donde estudió piano con Miguel Angel Quesada. En 1957 viajó a Guatemala tras recibir una beca, y estudió piano y composición con el belga Augusto Ardenois en el Conservatorio Nacional de Música de Guatemala.

 

El Maestro Gutiérrez continuó sus estudios musicales en el New England Conservatory of Music de Boston, Estados Unidos, donde obtuvo el grado de Master of Music en 1960. En 1961 continuó sus estudios de composición en Aspen, Colorado, con el compositor francés Darius Milhaud, y en Ann Harbor, Michigan, con Ross Lee Finney.

Entre su vasta producción musical, cuenta además con tres óperas, siendo «Marianela», basada en la novela del español Benito Pérez Galdós, la que se ha considerado la primera ópera centroamericana, misma que fue estrenada en 1957 cuando Gutiérrez tenía apenas 20 años de edad. Es a partir de su primer ópera que formalmente comienza en los inicios de los años sesentas un período de gran productividad musical para el compositor y pianista. Algunas de sus obras más significativas durante este período son Improvisación para Orquesta de Cuerdas, Preludio Sinfónico, Pavana para Cuerdas, Absolutio Post Missam Pro Defunctis para Coro, Solistas y Orquesta, Concierto para Violín y Orquesta, Trío para Clarinete, Fagot y Piano, y el Quintero de Vientos con Piano y Percusión para siete instrumentistas. Como ha sido característico de toda su carrera, sus composiciones abarcan una gran variedad de música, componiendo desde obras exclusivas para cuerdas hasta obras que abarcan otros instrumentos y orquesta.

En 1965 se le concede una beca que permite a Gutiérrez estudiar en el Instituto Latinoamericano de Estudios Musicales Torcuato Di Tella en Buenos Aires, Argentina. Es ahí donde se le reconoce el Grado de Compositor al máximo nivel, basado en sus estudios de orquestación y composición con el renombrado compositor argentino, Alberto Ginastera. Esta estadía en Argentina representó una etapa crítica y crucial en la carrera artística de Gutiérrez, particularmente mediante sus estudios con Ginastera, y le permitió estar más en contacto con la música de Latinoamérica.

Benjamín Gutiérrez ha tenido una muy reconocida carrera como pianista, tanto en Buenos Aires como en Costa Rica, donde además de sus propias composiciones ha interpretado con la Orquesta Sinfónica Nacional, entre otros, el Concierto No. 20 de Mozart, y el No. 1 de Lizst. Sin embargo, es su talento y capacidad como compositor lo que le ha dado el gran reconocimiento internacional que representa un legado invaluable para la música costarricense.

Benjamín Gutiérrez ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza universitaria, principalmente como profesor de composición en la Universidad de Costa Rica, donde actualmente goza del estatus de Profesor Emérito, habiéndose desempeñado asismismo como Director de la Escuela de Artes Musicales de esta universidad. A través de los años ha dirigido orquestas, coros y óperas en Latinoamérica y Europa. Por un tiempo fue el Director Asistente de la Orquesta Sinfónica de Costa Rica, y en 1983 trabajó con Pierre Boulez en el IRCAM de París, Francia.

Su reputación como compositor se consolidó desde sus inicios en los años 60’s y 70’s, pero no ha cesado de componer nuevas obras durante toda su carrera, al tiempo que ha continuado realizando conciertos como pianista y fungido como compositor oficial de las bandas nacionales para el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes de Costa Rica.

Arduo defensor de los jóvenes, Gutiérrez y su música han servido de eslabón para que desde 1994 se otorguen becas de estudios a músicos costarricenses para estudiar en Francia y Estados Unidos.

La música de Benjamín Gutiérrez es ampliamente reconocida internacionalmente, siendo continuamente programada e interpretada por orquestas sinfónicas, bandas sinfónicas, grupos de cámara y solistas en toda América Latina, Estados Unidos, Europa, y más recientemente, en Japón.

El Maestro Gutiérrez se mantiene activo como compositor y pianista, por lo que su producción se amplía continuamente con nuevos estrenos mundiales, lo que garantiza que su legado seguirá creciendo, principalmente porque él acostumbra declarar con gran entusiamo en las estrevistas que concede que: «No puedo dejar de componer; enseño para vivir, pero vivo para componer».